El Éxodo según Paloma

Hola amigos Sacapunteros!! Soy Paloma de nuevo. Hacía ya tiempo que no escribía nada para vosotros.
No entro a la web desde que mi padre leyó el artículo de Ratzinger
(en el que sale nuestro Santo Padre agarrando unos... bueno... ya sabéis qué) y se enfadó muchísimo. Me prohibió que volviese a escribir más artículos y dijo que como me pillase hablando de nuevo con thessoro iría a hablar con Justino para que me metiese en un convento. Papá estaba muy nervioso y empezó a decir que si thessoro era el vehículo de Satanás o algo así (que debe ser como el Papamóvil pero en versión mala) y que la gente como él debería ser censurada por la FAES o el OPUS.

Pero como soy más cristiana que hija, bueno soy más hija de Dios que cristiana, pero más cristiana por ello al fin y al cabo, tengo la obligación de contagiar a todos mis creencias para intentar salvar, como dice mi padre, a este "nido de víboras ateas".
Hoy os vengo a contar una historia muy bonita del Antiguo Testamento. Es el Éxodo, que se llame así porque duró mucho y los judíos acabaron exhaustos y sudados.

Como ya sabéis Moisés logró escapar de los romanos con todo el pueblo de Israel, a los que esclavizaban para construir las famosas pirámides. Tiene mucho mérito escaparse con todo el pueblo sin que los guardas se enteren, pero Moisés usó sus poderes mágicos y aprovechó un momento en que los romanos estaban borrachos y ocupados practicando la sodomía.

El pueblo entero marchó de acampada por el desierto. Cuando llegó la tarde hicieron alto en un oasis donde Moisés apagó a pisotones una zarza ardiendo. Ya sabéis que es muy peligroso no apagar bien los fuegos, incluso en el desierto.
Esa misma noche, mientras el pueblo celebraba su liberación con becerros de un oro sacado de no se sabe muy bien dónde, Dios llamó a Moisés. Con los gritos de la gente no se enteraba de nada así que tuvo que subirse a un monte para tener más cobertura.
Al bajar, su gente le preguntó:
- ¿Dónde has ido Moisés?
Moisés respondió:
- Con tanto vino... he tenido que ir a mear. También he hablado con Dios.
- ¿Y qué te ha dicho, Moisés? - El pueblo entero prestó atención.
- Nada, pero me ha dado esto para leer.

Moisés les dio lo que hoy conocemos como tablas de la ley o mandamientos y se fue a su tienda a reposar porque estaba hasta arriba de maná.

Durante 40 años no pasó nada interesante, los judíos caminaron por el desierto y comieron maná que Dios les iba tirando. De repente Moisés dijo:
- Bueno pues ya estamos en Jericó. Parece que fue ayer cuando nos liberaron ¿lo recordáis? y Dios me dio aquello en el monte, ¿lo habéis leído?
Los trompetistas judíos hicieron una fanfarria para anunciar su llegada.
- ¿Qué hacemos si no nos abren Moisés?
- Usaré mis poderes para separar las murallas. Si tampoco funciona tendremos que dar la vuelta.

Al final los habitantes de Jericó dejaron entrar a los judíos, donde se establecieron definitivamente y fueron felices para siempre.
A mí es una historia que siempre me hace llorar, tan bonita y tierna. Espero que hayáis aprendido algo más sobre Dios.
Justino dice que la Biblia es muy importante y que Dios habita entre sus páginas. Sin embargo un día, ojeando la Biblia para encontrar a Dios, encontré una especie de panfleto rosa muy raro. Aparecía una mujer desnuda que sin duda era la Virgen María. Animada por mi descubrimiento seguí pasando hojas a ver si había una foto parecida de Dios, pero no había nada. Tendré que preguntarle a Justino a ver dónde la tiene.

Comentarios:

natallyortizsoto (nattyortizsoto at hotmail dot com) el 4/7/2006 - 16:10

gracias por tu comentario me sirvio mucho para una tarea de mi hija política, un abrazo. Natty

thessoro (thessoro at gmail dot com) el 9/7/2006 - 01:21

Y ha suspendido verdad?
¿No quieres mucho a tu hija política no?
xD

Yo el 8/8/2007 - 12:00

Vibora

Introducir Comentario:

  Recordar datos:




CAPTCHA


(*) Campo obligatorio