Ya soy fotógrafo

Por fin me ha llegado mi cámara digital, una Canon Powershot A520. Abrí el paquete con todo cuidado como si se fuese a deshacer en mis manos mientras escuchaba el Canon de Pachelbel a todo volumen. Ya sabéis que todos los aparatos electrónicos necesitan acostumbrarse al ambiente que los rodea, como los frigoríficos y los perros, así que pensé que qué mejor comienzo para mi baby cam que nacer de nuevo rodeada de sonidos tan familiares.
Unos 18 minutos después, tras buscar el On y el Off y el botón de disparo, me había convertido en un fotógrafo profesional. Para muestra, un botón:




Y también una fotografía:


¿Y por qué es profesional? Os preguntaréis mis queridos amigos ignorantes absolutos del arte fotográfico. Hay múltiples matices que sitúan a la fotografía dentro de los márgenes de la perfección estética y artística, pero lo resumiré en dos sencillos puntos que hasta mis lectores entenderán.

a) El paquete de cigarros: Es bien conocido que todo profesional de la fotografía fuma Camel.
b) La suciedad en la mesa. Los verdaderos fotógrafos, absorbidos constantemente en sus fotocomposiciones mentales y en sus medidas de luz y proporciones están tan abstraídos de la realidad que no se detendrían a limpiar una mesa o hacer otras tareas de rutina doméstica.
Ya casi puedo notar ese proceso interno que me convertirá, del capullo que era antes a sublime mariposa, genio del arte. Algunos síntomas que noto son:
- Imperiosa necesidad de ponerle un copyright a cada mierda que hago. (Tengo una 'C' portátil que coloco en la tapa del W.C.)
- Los objetos desaparecen, ya nunca serán lo que eran.
Lo explicaré con un ejemplo:



Para vosotros, común de los mortales esto es un puto mechero. Para el artista no.
La foto refleja la comunión perfecta del fuego (mechero) y su antagónico natural (madera) que es un reflejo del equilibrio armónico y espiritual en el que se ve envuelto el genio creador.
Y para que luego me digáis que soy un rata y que sólo pongo anuncios en la web para ganar dinero, os daré un regalo, un pequeño consejo que realmente es una joya de valor incalculable en vuestro camino de la mediocridad al mejor disimulo de la misma.
Cuando os iniciéis en el mundo de la fotografía, aunque ninguno llegará absolutamente a nada, tomad un motivo u objeto y conocedlo, fotografiadlo desde todos los ángulos y perspectivas, soñad con vuestro objeto y llegad a convertiros en él.
Algunos reputados artistas conceptuales usaron en sus comienzos uno de los objetos con los que el hombre mejor se identifica: su nabo. Este objeto es cómodo, siempre está a mano, no es demasiado grande (salvo algunos casos afortunados que necesidad ninguna tienen de ser artistas). En fin mi consejo es pues, que fotografíes tu nabo, y si eres mujer, tus pechos.
Luego podéis enviarme vuestros trabajos.  Gustoso corregiré vuestros defectos en cuanto a enfoque y perspectiva.
Que la inspiración os acompañe.

Comentarios:

La torpe el 8/2/2006 - 01:02

A mí es que como me saques de las ranas amarillas, me pierdo ...

Sólo hay algo en el post que enturbia la indiscutible profesionalidad que exhala. El Canon en re mayor no ha pisado esa casa en su vida.
Venga, estás a tiempo de reconocer tu debilidad por OT y recuperar la credibilidad.

Enhorabuena por la cámara y feliz año.



P.D.: si este site no tiene emoticones para resaltar la gracia natural, mundialmente reconocida (menos en contados sitios y no me gusta señalar ... -los sitios en los que no se me valora, no los sitios de mí misma donde no tengo gracia, que yo lo tengo todo muy grasioso, que hay que aclararlo tó-) que me adorna, no es mi culpa :rolais:

La de la rana amarilla el 8/2/2006 - 01:07

Mierda, con lo digna que había quedado y se me cuela una h.

Que venga Ratzinger y la fulmine con un enema o anatema o lo que tenga a mano el buen hombre.

rucito (rucito at mac dot com) el 9/2/2006 - 07:12

Estupendo eso de la fotografía digital. Ahora ya uede ensayar métodos para esconder la cámara en su boca o en su recto para tomar fotografías de hombres desnudos en los vestuarios de cualquier gimnasio público (aunque si es usté como yo, el gimnasio no lo pisará ni en los sueños más húmedos). Así que siempre puede ir a las puertas de los colegios a sacar fotos a escondidas de los y las tiernos/tiernas infantes para venderlas luego como mercancía de lujo en cualquiera de las reuniones de la Conferencia Episcopal.
Suerte en su nueva carrera.

thessoro (thessoro at gmail dot com) el 9/2/2006 - 10:03

lo del gimnasio, hay sacrificios que incluso en el nombre del ARTE no merece la pena pasar. Mis sueños más húmedos los viví una vez que dormí al ras en la selva amaźonica. Lo de los colegios está chungo ahora, miles de policías vigilan sus puertas, de incógnito o no, buscando drogas o curas.

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