De todos es conocido que el hogar es uno de los lugares donde más accidentes domésticos ocurren.
De hecho en el hogar es donde ocurren todos los accidentes domésticos, ya que si no ocurrieran en el hogar no serían domésticos.
Para que os hagáis una idea. Los sitios donde es más probable sufrir un incidente de cualquier tipo son:
La cocina de tu casa, las minas de azufre del volcán Ijen en Indonesia y los Altos hornos de la República de Angola. (No necesariamente en este orden)

Comencemos por una amenaza de pequeñas proporciones, ¿Quién puede afirmar hoy en día que no tiene ningún pariente o amigo tuerto por culpa de estos pequeños artilugios?:
Las pinzas de tender la ropa son armas de extrema peligrosidad que podemos encontrar en cualquier supermercado o tienda de cadena cien. Pueden ser de madera o plástico, siendo éstas últimas las más traicioneras puesto que su flexibilidad y ligereza las hace saltar directamente contra tu ojo si estas tendiendo distraídamente y no la haces encajar bien.

Este mal de nuestros días -tan accesible incluso para los niños más pequeños-, se vende sin ningún tipo de advertencia de seguridad. Desde luego mi recomendación personal es proceder al tendido de la ropa provisto de unas gafas protectoras y guantes (sus pellizcos son sobradamente conocidos y si no mortales, dolorosos).

Otro objeto bastante peligroso y que nadie parece tener en cuenta son los cuchillos. Yo creo que incluso se podría matar a alguien con un objeto así, y me extraña que aún ninguna mente maléfica como las muchas que hay en el mundo los haya utilizado para tal fin.

A Dios gracias en España no están muy de moda los cuchillos eléctricos. En USA arrasan y son armas temibles que provocan estragos cuando se aplican sobre los genitales.

Otro peligro oculto que se nos presenta es el de las cucharas, tenedores o espumaderas metálicas que se dejan dentro de una olla hirviendo.
Al parecer no sólo la olla te puede quemar, sino que por alguna razón, también los objetos metalicos lo harán !Ojo!.
Desde luego no voy a entrar en cuestiones técnicas, pero por lo visto los metales contienen electrones libres no formando redes cristalinas así que la energía cinética inherente a los átomos hace que se produzca una comunicación directa de la energía molecular mediante múltiples colisiones con lo que el flujo de calor dQ/dt = -k · A · ((Tc -Tf) / l ) siendo k la constante de conductividad térmica a lo largo de una barra de metal de longitud l.

Especial cuidado hemos de tener también con la nevera, esa otra gran desconocida. En general podemos decir que las prevenciones que hemos de tomar al manejar la puerta de una nevera son las mismas que para manejar otra puerta cualquiera, con la diferencia de que si nos pillamos un dedo con la de la nevera, éste se nos puede enfriar peligrosamente.
Lo mismo es aplicable a la puerta del congelador, es importante abrirlo siempre manteniendo cerrada nuestra cavidad bucal; y es que la lengua -a pesar de no estar comprobado científicamente- aumenta su pegajosidad según va bajando la temperatura, de forma preocupante.

Como recomendaciones finales:

• Nunca sequéis ropa en el microondas (bah venga, éste es en serio y gratis, no os quejéis)
• Nunca por jamás de los jamases abráis una lata con los dientes.
• El vapor también puede quemar (ojo con las planchas, las ollas, las saunas y los barcos)
• La lejía no es apta para el consumo, si queréis pillar un colocón usad cualquier pegamento.
• Las resistencia de las tostadoras NO SON UN JUGUETE, usad bolsas de plástico.
• La batidora, cuando se coloca cerca de la cara puede ser peligrosa, no abuséis.
• Especial cuidado con las proporciones con las que mezcláis amoníaco y lejía.
• En general nunca introducir la mano en una sartén con aceite caliente durante más de 20 o 30 segundos.